- Casi tú
Rueda el tiempo. Ya casi no te espero.
Aunque sigue surgiendo tu figura
de entre las sombras, sobre la frescura
del agua azul, o al pie del limonero.
Formas hay que se van por el sendero
de un silencio maldito que fractura
la urdimbre de nuestra íntima armadura,
y a veces nos visitan de ligero.
Tu forma, no sé ya si me frecuenta
en las horas oscuras, o se asienta
sedosa en las esquinas de mi vida.
Sin tú saberlo, le hablo, la retengo,
va donde voy, y viene donde vengo,
es casi tú, curándome la herida.
Los Angeles, 30 de mayo de 2011
Francisco Alvarez Hidalgo
("Poética en griego quiere decir acción,
y en este sentido no creo que haya demasiadas
diferencias entre la poesía y la política")
Fue apuñalado por una rosa
-y como en Federico
o Roque Dalton-
en lugar de sangre
broto de su pecho
un derrame de letras
y de palabras
vocales y
consonantes
como fuego ardiendo
como Comuna revolucionaria
como patria fusilada
un 22 de agosto
("Los gatos
por la noche aúllan como tambores
derrotados,
viejos, fúnebres, inmensamente buenos;
la muerte los asiste, la eternidad vela por ellos,
la memoria nunca abandona; los errores me salvan")
Un vino de color rojo intenso
para el olvido del borracho
un sol sonriente
de los Andes
los picos nevados resistiendo
al viento y la soledad
(“Del otro lado de la reja está la realidad, de
este lado de la reja también está
la realidad; la única irreal
es la reja”).
Una mujer sangrando
huye y observa;
unos hombres oscuros
de rostros tallados
por una mano de hierro
buscan en el asfalto
el rastro del enemigo
-siniestros burócratas de la muerte-
dan el tiro de gracia
(“Si ustedes lo permiten,
prefiero seguir viviendo”).